Algunes de les frases de Luis García Berlanga en la presentació d’una projecció de la pel·lícula Plácido a Manresa (19/9/1995)

 

“Soy un director arqueológico”

“yo ya soy un director arqueológico y ahora son otros a los que hay que dirigir estas alabanzas” (es refereix als elogis rebuts de Manuel Quinto en la seva presentació)

 

Content de veure la sala plena
“Qué pena que no sea un cine de taquilla y pudiese decir al productor [rialles] que hemos podido llenar una sala.”

 

“Yo me considero todavía joven”

“Yo me considero todavía joven, en cuanto a curiosidad por lo menos; las miserias van por dentro, pero por fuera pues todavía voy disputando películas a todos estos jóvenes maravillosos que están ahora haciendo un cine, por cierto, por primera vez, creo bastante importante, y sobre todo no mimético de los que hemos venido antes que ellos, de los que hemos hecho cine antes que ellos.”

 

Passejant pels escenaris de la pel·lícula a Manresa

“He dado una vuelta por las calles ahora y me he quedado gratamente sorprendido que […] por mi propia memoria he podido localizar un treinta o un cuarenta por cien de sitios donde habían ocurrido cosas relativas a la película.”

 

Es pensava que l’urinari s’havia construït expressament per a la pel·lícula

“yo creía que el urinario lo habíamos construido nosotros para la película [rialles] y existe realmente y es todavía utilizable [rialles].”

 

L’estat del Casino

“el Casino también he visto que está cerrado, que se ha renovado; me extraña que se haya tardado tanto porqué cuando rodamos en él ya estaba pues… a mi me venía muy bien pero ya estaba pues con bastante deterioro y creaba para la película por lo menos un encanto que yo necesitaba ¿no?”

 

Director d’una col·lecció de llibres eròtics

“estoy completamente a la disposición de cualquier pregunta que queráis hacer de cualquier tipo, hasta de erotismo, porqué yo dirijo una colección de libros eróticos vamos a ver, y además me entretiene más que lo del cine, os lo diré a vosotros [rialles].”

 

El film volia ironitzar sobre la caritat organitzada

“esa campaña [“Siente un pobre a su mesa”] me divertía como posibilidad de crear una película que ironizase sobre esa caridad tan organizada y tan rodeada de deseo por los que organizaban esta campaña de ser los protagonistas reales del hecho ¿no? Así es que dije: “Aquí hay una película”, y empecé a trabajarla como siempre yo solo.”

 

Tres guionistes

“puede ser que él tenga razón y que yo empezase a escribir esta película con Rafael Azcona, el mejor guionista que tenemos en España y que es, fue, en ese caso la primera colaboración que tuvimos juntos, y la terminase con otro guionista que había trabajado mucho conmigo, José Luis Codina, y con uno inédito que era precisamente catalán, un gran amigo y experto pero desde hace mucho tiempo que no lo veo que se llama Font ¿no? Y esos fueron los que me ayudaron.”

 

La censura els obliga a canviar el títol de la pel·lícula

“Lo único que puedo recordar bien es que terminamos el guion, el título que le pusimos era el de la campaña que os he hablado ya Siente un pobre a su mesa y pocos momentos antes de mandar ya la película para la publicidad a los periódicos y para el estreno a los dos días, vino una orden del ministerio prohibiendo el título, sólo el título afortunadamente ¿no? […] y me parece que fue Azcona, no yo, el que en un momento dijo: “Para qué estamos ahí no poniéndonos de acuerdo. Cojamos y pongámosle el nombre del protagonista y vale”, y yo dije: “Pues muy bien, de acuerdo”. El protagonista se llama, cuando veáis la película lo comprobaréis, Plácido, y le pusimos Plácido, el nombre del protagonista…”

 

René Clair

“trabajamos juntos y he sido muy amigo de René Cair, sí. Por cierto que ha habido una… es este revisionismo continuo que hay en este mundo del cine. René Clair, que para mí ha sido una de las grandes figuras del cine a todos los niveles, y de la historia del cine y de la creatividad del cine, de repente fue anatemizado por todo… Cuando surgió la Nouvelle Vague y todo esto y de repente… se dictaminó en esas… en esos… de repente decisiones que tiene cada generación de anularlo, y yo sigo teniéndolo en para mí con una gran valoración.

[…] Yo había tenido mucha influencia de René Clair en la primera película en Esa pareja feliz, la que escribí con Bardem. Habíamos tenido una influencia de René Clair, Preston Sturges y otro director francés que era Jaques Becker. En Plácido no creo… ojalá porqué yo lo admiraba y lo sigo admirando a tope”

 

Mi mejor película és Plácido

“afortunadamente tengo garantía, digamos que hasta de notario si quieren, de estar garantizado de que yo siempre digo que mi mejor película es Plácido, que es la que más emociones me ha producido a muchos niveles. […] quiero afirmarles mi admiración hacia la película, que la considero para mí de momento la número uno. […]

Plácido me parece la película    mejor dirigida por mí, con el mejor guion, la mejor historia y con el ritmo más adecuado;   creo que la película, que tiene, yo suelo tener fallos de ritmo a veces en mis películas porqué me divierte mucho en algún momento de esos alargar una situación, hacer una situación paralela porqué por pura diversión, porqué son cosas que me hayan podido pasar, que me entretienen… y Plácido creo que es la más rigurosa y, en definitiva, y cierro con eso, la película más importante de mi vida cinematográfica.”

 

La vaquilla va tenir diversos noms a causa de la censura

“Respecto a La vaquilla, bueno, se llamó Los aficionados, se llamó Tierra de nadie, porque yo la presentaba a la censura, siempre la prohibían, naturalmente, le cambiaba el título y la volvía a presentar. Y debió tener como siete u ocho títulos. Me acuerdo Los aficionados, Tierra de nadie… no me acuerdo ahora más, pero tuvo seis o siete títulos. Pero al final, en efecto, y curiosamente con el mismo guion, los mismos diálogos con qué la escribí…”

 

La “meravellosa” censura

a mi cada vez que me prohibía la censura una película la primera reacción era maravillosa por dos cosas, había dos cosas que… porqué entonces la censura te mandaba además una nota y te decían cosas tan maravillosas, tan divertidas, tan surrealistas, tan peregrinas que yo lo que quería era irme corriendo a Café Gijón a enseñárselo inmediatamente a todos los amigos.

Te ponían cosas como por ejemplo la primera con Bardem. Había una película que nuestro protagonista a mitad de la película caía herido entre otras cosas porque era protagonista y tenía que seguir viviendo para terminarla, pero caía herido en un encuentro con la Guardia Civil. Entonces recuerdo la nota de censura diciendo: “La benemérita nunca falla” [rialles], o sea que no podíamos…

La censura es que es absolutamente surrealista, y lo que más me indigna es que me llegan muchas veces demasiado tarde lo que ella decía de mis películas, porqué hubiese podido ser maravilloso para reír, porqué tienen más imaginación que uno. […] O sea que la censura, como digo, era absolutamente imprevisible, surrealista y sobre todo creativa. Lo mismo le pasa a Buñuel en el final de Viridiana. No me acuerdo exactamente aquello de la partida de mus, pero me acuerdo que Buñuel dijo: “Hombre, me ha dado usted la solución”, al director general del cine cuando dijo: “Cualquier cosa, que estén haciendo lo que sea, jugando al mus, lo que sea”. Dijo: “¡Hombre, acaba de darme usted el final!”. Y en efecto, lo puso y ahí está el éxito de Viridiana”. [silenci i rialles].

 

El perquè va triar la ciutat de Manresa per filmar Plácido

“Bien, aquí empezamos como con todo. Hay como dos versiones otra vez. Yo… me parece recordar que lo que buscaba era una ciudad con entidad… una población con entidad suficiente para parecer un núcleo urbano que pudiese tener a nivel de habitantes, a nivel de… una… digamos una presencia urbana bastante importante, pudiese parecer como una capital de provincias, pero que no tuviese relación con la administración de una capital de provincias, que no hubiese gobernador civil, que no hubiese alcalde, que no hubiese jefatura de una cosa o de otra porque fundamentalmente porque pensaba, y con lo que les estoy contando, que si yo metía un gobernador, que si yo metía un alcalde igual podían prohibir no solo al gobernador sino a la película entera.

[…] A esto se añade que sí, que cuando me lo has contado lo recuerdo, que como nuestra base de rodaje era Barcelona buscábamos una ciudad de este tipo que estuviese lo más cerca de Barcelona. Y parece ser, que eso se me había olvidado, que yo buscaba un cierto parecido con la estructura de ciudades como Cuenca por ejemplo, como Alcoi en Valencia; ciudades un poco quebradas, abruptas, que tuviesen una silueta muy marcada de modificación, que no fuese una ciudad plana ¿no?, que estuviese… Y yo creo que cuando vi Manresa, que debió ser primera… la primera que vimos en el momento de salir para la localización de qué ciudad, qué población íbamos a rodar […] pero yo juraría que la primera que vimos, y que inmediatamente dije: “Esta”, fue Manresa. Esa entrada que se mantiene todavía, que esta tarde la he vuelto a ver, esa entrada ya te da esa sensación precisamente que yo buscaba ¿no?”

 

La nominació de l’Òscar, el moment culminant de la seva carrera cinematogràfica

“tengo una cantidad de cosas acumuladas enorme y ninguna me ha producido la emoción que me produjo la no concesión del Óscar a Plácido. Pero la posibilidad de haber estado los tres días que estuve acompañado de Plácido, de todos ustedes, de todos sus familiares los que estuviesen, los tres días o cuatro que estuve en Los Angeles cuando la nominación del Óscar.

[…] Y tuve una tranquilidad fabulosa, tanto yo como Alfredo Mata, como María Amparo Soler Leal, la actriz que nos acompañó, y estábamos allí pues como turistas espléndidos. Pero lo que sí que fue para mí el momento cumbre de toda mi historia cinematográfica fue éste, porqué ya de hecho solo el ir a Los Angeles, bueno a Hollywood, para un hombre recién salido casi de la escuela de cine pues ya era una cosa… una cosa maravillosa.

[…] la emoción más grande de mi historia cinematográfica es el cóctel que nos dieron los directores de Hollywood, y era un cóctel al que iban pues no mucha gente, veinticinco, treinta, pero que eran los únicos que como no trabajaban ya, porqué en Hollywood son de una crueldad espantosa: cuando llegas a una determinada edad y los seguros ya no garantizan para nada que si ocurre cualquier cosa a la película lo puedan cubrir, ya no dejas de… ya no puedes rodar. […] eran desde Von Sternberg, el de Marlene Dietrich, el de [inintel·ligible] Calanda, actor; estaba King Vidor; estaba Frank Capra; estaba William Miller; estaba William Wyler, o Wailer, o Wyler –yo no, es que yo el inglés no lo sé–; estaba Billy Wilder; estaba Fred Zinnemann; estaba Jorge Stevens. En fin, eran los quince o veinte grandes, porque como no hacían cine pues se dedicaban, eran los que veían las películas extranjeras a las que había que darle el Óscar.”

 

La “generosidad de todos los habitantes de Manresa” va abaratir el cost del film

“lo que me maravilló, y lo digo también que es una satisfacción para todos ustedes, es que de repente me cogiesen, me arrinconasen y me estuviesen durante una hora, hora y media hablando: “Bueno, y cuando el entierro y la cabalgata, pero usted pudo reunir a tanta figuración, pero esta escena cuánto pudo costar, y cuando eso…”, le iba a decir pues no, no, a nivel de figuración no costó nada porqué la generosidad de todos los habitantes de Manresa, que se lo dije, dije nada porqué fue una [inintel·ligible] dígale usted que fue una aportación voluntaria y generosísima de toda la población de Manresa.”

 

No va caldre tallar cap pla perquè els manresans haguessin mirat la càmera

“Pero es que es imposible poder rodar porque además si fuese la población real habrían mirado a la cámara y se habrían puesto [rialles] delante, y habrían saludado”, me decían, y todos estos… pues les decía: “Pues no, pues me han resultado maravillosos”. Es verdad, no ha habido, no tuvimos que cortar ni una sola toma, de eso me acuerdo, jamás, porque hubiese alguno que hubiese sin querer… además, es que no puedes evitar, verdad, de repente a pasar mirada a la cámara.”

 

El cost de l’escena del moribund

“Entonces me preguntaban cuánto había podido costar esa escena. Les parecía a todos que una de las mejores escenas que habían visto en cine era lo que parece ser –luego hablaremos de lo con censura– por lo del moribundo. El moribundo que lo casan en articulo mortis y le mueven la cabeza para que diga sí [rialles]. Es un hecho que le pasó a mi família […] Y me preguntaban, pues, todos los detalles y se quedaban asombrados de que la hubiese podido rodar con el presupuesto cuando lo tradujeron a dólares –que lo hicimos–.”

 

El moment més emocionant de la seva vida cinematogràfica: que a Hollywood una dotzena dels grans mestres del cinema s’interessessin i valoressin Plácido

“Quiero decir que verse con los diez, doce, quince grandes maestros del cine, de los más importantes de toda la historia del cine, y a un desgraciado español que llega aquel día, antes le han estado señalando un cocotero, luego tenga a los quince grandes maestros preguntándome y dándome detalles de que la habían visto, de momentos de la película, de lo de la subasta de pobres, de todo lo que había pasado, pues siempre digo, insisto y repito que es el momento más emocionante de mi vida cinematográfica.”

 

“No veo nunca mis películas”

como yo no veo nunca mis películas cuando empiece la película voy a irme.”

 

Oferta per dirigir tres pel·lícules eròtiques

“A mí me han ofrecido dirigir tres grandes películas del cine erótico.”

 

Les seves pel·lícules són la crònica d’un fracàs

“Todas mis películas cuentan lo mismo: son crónicas de un fracaso. Todas mis películas tienen el mismo discurso: alguien que tiene un proyecto de futuro, alguien que quiere llegar a algo y que no lo consigue. ¿Por qué? Porqué la sociedad le tiende unas trampas mediante las cuales no puede conseguir ese proyecto de felicidad que puede tener él sólo.”

 

“Mis supersticiones me avergüenzan”

“¿Ve usted lo que llevo yo? Siempre llevo madera desde que una vez en un avión descubrí que no hay ni una sola pieza de madera en un avión [rialles]. Porqué yo tengo que tocar madera… […] mis supersticiones me avergüenzan.”

 

“Mis viejecitos”

“Almodóvar habla de sus chicas, ¿no?, sus chicas Almodóvar, yo siempre he hablado de mis viejecitos Berlanga, ¿no? Siempre he llevado a mis amigos viejos, pero como actores me los juego a todos los que lleve Almodóvar: Pepe Isbert, Alberto Romea, Félix Fernando… todos aquellos actores eran inconmensurables.”

 

 

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