Regidor republicà empresonat pel franquisme.
Les seves cartes d’exili.

Fragments seleccionats de l’epistolari

Del Josep Maria a la Maria

Champ de concentration de Saint Cyprien, 10 de febrero de 1939

Querida esposa e hijos. Como verás por el encabezamiento me hallo en un campo de concentración francés donde nos han conducido al atravesar la frontera. Un campo de concentración es una cosa un poco mejor que el infierno pero no mucho. Lo importante es que estoy bien de salud y sobrellevo estas penalidades con bastante resignación. Cuando podamos vernos ya os contaré muchas cosa. Espero que esto sea pronto pues no creo que la guerra pueda durar mucho después de lo sucedido.

 

Del Josep Maria a la Maria

Saint Cyprien, 16 abril 1939

Mi dulce María.

¡Cómo deseo estar a tu lado, vivir el canto de tu risa y reflejarme en tus miradas!
Sabe que, en este lugar donde me hallo, pienso cotidianamente en ti y en los que te rodean.

Estoy bien de salud y sólo espero el día que nuevamente podré abrazarte. Aquel día el sol será más brillante, la atmósfera más diáfana, la brisa más suave y cálida.

[…] cuéntame cosas de los niños y de vuestra salud y de la de mis padres.

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa, 24 de Maig de 1939

Estimat i enyorat Josep Mª. Amb aquesta lletra voldria explicar-te amb tots els detalls el que ha sigut de la nostra vida des que ens vàrem separar forçosament. Però ja saps que les meves aptituds literàries no existeixen i l’emoció que ara m’envaeix és tant gran (el pensar que amb aquesta lletra puc explicar-te tantes coses) que acabarà per fer-me perdre, inclús, les més petites idees.

Al marxar tu, vaig quedar-me molt sola i espantada, no sabia el què podia passar i ja tenia els nervis en estat d’esgotament després de tenir-los tants dies en tensió. En aquells moments vaig tenir sort de la família Mora, que tal com et van prometre no ens van deixar un sol moment a mi i als petitets, animant-nos sempre a passar aquelles hores de tant gran angoixa. […] vaig passar uns dies després de l’entrada dels Nacionals, molt tristos, no et tenia a tu, ni sabia on eres, no tenia a la mare, ni tenia cap cèntim. Així vaig passar uns quinze dies, sort d’haver-me quedat una mica de menjar a casa, que així no vaig haver d’anar a comprar més que el pa.

Si allà on ets estàs una mica bé, no vinguis per ara i si només tens que misèria o poca salut, vina, doncs si ets més a prop de casa sempre serà més fàcil que et pugui portar algun ajut.

La primera carta teva la van rebre els teus pares el dia de Sant Josep. Va ésser l’alegria més gran que he tingut, al saber que vivies. Des del dia 22 de gener que vares marxar, fins aquell dia memorable no et puc explicar el que vaig patir, totes les desgràcies inimaginables bullien en el meu cervell, i tot em feia estar de malhumor, els dies no s’acabaven mai més. Ara ja estic més animada.

Els nens estan bé, cada dia parlo amb ells de tu i et fan un o més petonets en aquell retrat teu que tenim. El Rubén l’estima primer ell i després porta el retrat a la nena perquè l’estimi ella i ella, com que els seus petons són una llepadeta, doncs el llepa.. El nen va al col·legi a Casa Caritat i tothom l’estima molt. Continua essent tant mogut i travieso com sempre, però també conserva els seus bons sentiments. La nena gairebé camina soleta, està molt plena i s’ha fet molt maca, també diu alguna coseta i aprèn totes les dolenteries que li ensenya, o veu a fer, al nen.

Bé, ara vaig a dormir. ¿I tu, a on dorms? Amb un llit o sense llit? Josep Mª, quan penso que jo estic bé, i no puc saber com estàs tu… Quan s’acabarà aquesta prolongada separació? Bona nit.

  

Del Josep Maria a la Maria

Vernet d’Ariège, 12 de julio 1939

Mi muy inolvidable esposa

[…] Como verás me han cambiado de campo. Estos franceses creo que no saben qué hacer para marearnos. Sólo que en esta ocasión el cambio ha tenido la ventaja de acercarme a nuestros conocidos de Flix y aunque aquí no estoy tan bien instalado como en el otro lugar, lo uno compensa lo otro. De esta forma podrán ayudarme mejor. Ayer día 10 salí del otro campo y hoy he llegado aquí.

 

De la Maria al Josep Maria

Viva Franco. Arriba España

Manresa, 12 de julio de 1939, año de la Victoria

Queridísimo José Mª: Acabo de recibir tu carta de 15 de junio. No sabría explicarte la alegría que me produce la llegada de tus cartas. Cada vez que llaman desde abajo, me da un salto el corazón pensando si será el cartero que me trae noticias tuyas, a más de los cinco céntimos que le doy de buena gana le daría un abrazo en recompensa a su trabajo, tal es mi alegría.

Estoy contenta de que gastes las fotografías de tanto mirarlas, lástima que sean tan pequeñas que los niños casi no caben en ella, y por tanto no se ven muy bien, pero al natural están más que guapos y más que buenos G. a D. […]

Trabajo tanto como puedo en los quehaceres de la casa. También hace quince días hago unas piezas de malla para una fábrica, pero lo hago en casa. He puesto un taller para hacer esta labor, que de momento ya tengo 8 chicas que vienen a trabajar en casa También tengo dos discípulos: el Antonio aprende mecanografía y el Juan música.

               

Del Josep Maria a la Maria

 Septfonds, 22 de septiembre de 1939 

[…] vuelvo a estar otra vez concentrado en un campo. Pero no es el mismo de antes. Ahora estoy en otro cuya dirección te doy al final de estas líneas. ¡Qué prueba más ruda estoy sufriendo querida María! ¡Cómo deseo poder volver a vuestro lado! Ahora que ya veía el cielo abierto delante mío se me ha vuelto a cerrar».

[…] Te pido con toda el alma que no dejes que nuestros hijos me olviden. Se están educando y creciendo sin mi. Cuando me vuelvan a ver yo seré para ellos un extraño. Sólo te conocerán a ti que los acaricias y los cuidas cada día. Esto me atormenta y quisiera volar a tu lado para cuidarlos y cuidarme de ti. […]

 

De la Maria al Josep Maria

Saludo a Franco.   Arriba España

Manresa, a 12 de octubre de 1939, año de la Victoria

[…] Me doy perfecta cuenta del duro golpe que has debido sufrir o, mejor, que estás sufriendo [con el cambio de campo]. Quisiera, ahora más que nunca, poder consolarte y darte ánimos personalmente para hacerte las contrariedades de la vida más pasajeras y ayudarte en lo que fuera necesario, pero como que esto momentáneamente es imposible, procura imponerte y no pierdas la confianza.

Encuentro muy acertado el pensamiento que me expones de venir a nuestro país.

Actualmente debido a la situación internacional creo que lo más prudente es que vengas a nuestra patria, que por lo menos, si no puedes estar a nuestro lado temporalmente, podremos asistirte y ayudarte todo lo posible.

Tengo que decirte que he desalquilado el piso de la calle Guimerá, contrariamente a mi voluntad y actualmente vivo con mi madre en la carretera del Puente de Vilumara. He resistido 9 meses pero ahora ya no hemos podido más. […] no pude salir a la puerta sin que involuntariamente me pusiera a llorar.

Eran demasiados los recuerdos que de ti y de nuestra vida guardaban aquellas paredes para poderme marchar tranquilamente. Ahora parece que vivo en otro mundo, la calle, los vecinos, todo mucho más triste para mi […]

Los niños bien, como el resto de la familia, todos te mandan muchos recuerdos y los pequeñines, una lluvia de besos y abrazos para su papá querido, deseando poderlo hacer muy pronto en tus mismos brazos.

Yo, ansiosa hasta el extremo de poderte ver y abrazar, poder escuchar de tu boca tus penas y añoranzas para colmarte de consuelo y gozo para siempre más.

Recibe ahora el más dulce de los besos de tu esposa que no te olvida

 

De la Maria al Josep Maria

Saludo al Caudillo .   Arriba España

Manresa, a 22 de octubre de 1939   Año de la Victoria

Queridísimo e inolvidable esposo

Una de las cosas que tendrías que lograr (si es posible) es venir sólo, es decir poder llegar a casa al atardecer para poder disfrutar de los cuidados de la familia durante algunos días, y si después tenías que presentarte a las Autoridades hacerlo, pero en Manresa, pues aquí tratan muy bien a los detenidos, pudiéndolos ver y llevarles comida diariamente.

Pensarás que todo esto o es ninguna solución, y pensarás muy bien, pero sabemos tú como nosotros que como tienes las manos limpias, no ha de pasarte nada más que unos días de reclusión hasta que te hayan depurado.

[…] El niño sabe que un día vendrás y ayer contaba a la niña que cuando vendrás, te dirá: “Hola papà”, y la niña le contesta “chi”, que quiere decir sí. Tienen cada conversación, y cada pelea que hacen reir y enfadar al mismo tiempo. […]

 

Del Josep Maria a la Maria

Septfonds, 30 octubre 1939

Mi muy querida María

Hoy mientras estaba comiendo me han entregado tu esperada carta. […] No he podido terminar de comer embargado por la emoción que me ha causado, no sé si más, el considerar la situación que te ha obligado a abandonar nuestro pisito que el hecho mismo de que lo hayas abandonado. Lo he sentido en el alma, no hay porqué negarlo y será un sufrimiento más que apuntar a los muchos que llevamos padeciendo” […]

… deseo que me mandes la documentación que te sea posible y todos estos buenos amigos te dirán la que necesito. Así será posible llegar a casa sin estar entretenido en los trámites naturales en estas circunstancias. (…) Activa el máximo las gestiones y me lo mandas certificado. Cuanto antes me lo envíes antes nos veremos.

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa, 14 de noviembre de 1939

Amado mío:

«[…] ya hice gestiones para procurarme los documentos que tu deseas.

[…] lo que me han aconsejado es que: vengas cuanto antes a España y una vez hayas llegado a donde sea, (dentro de España) que seguramente será en un campo español, nos escribas inmediatamente, con tu dirección, y al mismo tiempo, ruegues al jefe del lugar citado, se dé un poco de prisa a pedir los informes tuyos a Manresa.

Nosotros por nuestra parte haremos las gestiones necesarias para que te trasladen a Manresa y esto, nos dijeron que se podía lograr. Si puede ser así, entonces podremos cuidarte bastante, no, como yo desearía, pero siempre será un aliciente poderte ver con frecuencia y tal vez bien pronto podremos vivir como tu y yo deseamos.

Los niños vienen a molestarme y dicen que quieren escribirte, como que no puedo sacarles de aquí, les dibujo sus manitas para que veas lo pequeñas que son

 

Del Josep Maria a la Maria

Septfonds, 7 de Diciembre 1939

Querida e inolvidable María.

He recibido tu carta del 14 de noviembre con las siluetas de las manecitas de los nenes.

Hoy mismo sale de aquí una expedición para España y he decidido no unirme a ella. Lo digo con dolor en el corazón y lágrimas en los ojos! Si supieras con qué envidia los he dejado partir al pensar que pasarán Navidad y Reyes con sus seres queridos!

Te pido con todo el fervor de mi alma que tengas fe, mucha fe en mi.

Iría a daros trabajo y pena y a que os quitárais por traérmelo a mi el pan que te hace falta para los nenes. He decidido esperar un poco más de tiempo hasta ver o saber que hay quien pueda garantizarme que al cabo de uno o dos meses de estar en mi Patria podré dedicarme sola y exclusivamente a cuidarme de mi familia

No sufras demasiado. He mejorado algo mi situación. Al llegar aquí, después de lo que me ocurrió, estaba algo abatido pero ahora he reaccionado y me hallo bien lo mismo de salud que moralmente. Tengo una comida bastante aceptable y algún dinerillo que me dan para cubrir mis necesidades más urgentes. Puedo abrigarme bien pues tengo ropa y me voy arreglando.

Tengo unos sacos de paja para dormir y así no he de hacerlo en el suelo o encima de las maderas como al principio.

Explica a los niños el cuento que te mando adjunto para ellos y dime si les ha gustado

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa,14 de Enero de 1940

Inolvidable amado mío. En la mañana de ayer recibí tu primera carta desde Romorantin. Hacía días que la esperaba por lo que me decías en las tuyas del 16 y 20 del pasado mes de diciembre, que llegaron a mí con bastante retraso, igual que la última.

He tenido mucha alegría al saberte fuera del campo de concentración y que estabas en una casa bastante cómoda, pero más tarde también me he entristecido al comprobar en el mapa de tu Geografía que te habías alejado muchos quilómetros de nosotros.

No sé por qué me han venido las lágrimas en los ojos al mirar el mapa. ¡Tanto que te quiero y vernos separados por tanto y tanto terreno! Lo principal es que tengamos salud y paciencia para esperar el dichoso día en que nos podremos abrazar y no tengamos ya que padecer más.

Aunque sea tan fácil de escribir todo lo anterior, a veces me cuesta un esfuerzo grande el conformarme.

Supongo que obrará en tu poder mi anterior, en la que te comunicaba el fallecimiento de nuestro padre QEPD. Confiemos en él, que Allá intercederá por nosotros.

Recibí tu cuento para los niños el día de San Esteban, nos gustó mucho a todos; ellos no sé si llegaron a entenderlo, pero a mí me agrada tanto que muchos son los días que por la noche vuelvo a leerlo.

[…]

No creas ni por un momento que me disgustó el que me llamases Monique; al contrario, me pareció que volvía a oírte y verte cuando me lo decías con aquella media sonrisa tan característica tuya, espiando la cara que yo ponía. Si hubieses visto con que cara de satisfacción leí la carta…

[…]

¿Sabes qué me gustaría? Que me mandaras (si ello te es posible) una fotografía tuya un poco risueña. Quisiera ver cómo estás actualmente.

Yo pienso mandarte alguna pronto, un poco mejor que aquellas que te mandé últimamente.

Debes tener mucho frío en este país, pues este año en España también es riguroso el invierno. Hace muchos días que el sol, es decir, el Príncipe Sol se cuida con bastante deficiencia de sus súbditos y la Princesa Luna obra exactamente. Casi me hacen suponer si han encontrado una casa con alguna habitación de dimensiones suficientes para albergarse y disfrutar de la mutua compañía después de los millones de años que estaban atareados con sus respectivos trabajos. Tendremos que procurarnos su dirección y mandarles un aviso para que el uno y el otro vuelvan, porqué hace quince días que tenemos la colada por secar.

Aunque un poco tarde, deseo que tus 35 años los hayas cumplido bien de salud y todo lo feliz que te es posible pasar los días, tan alejado de tu familia y de tu Patria. El año que viene, si Dios quiere será más feliz.

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa,13 de febrero de 1940

José M.ª querido. La última carta que he recibido es la del 18 de enero y no ha llegado ninguna otra tuya que me haga suponer que recibas las mías con regularidad. Ésta es la cuarta que te escribo a Romorantin y a ninguna he recibido contestación. Estoy impaciente por ignorar tu suerte, no puedo tener calma sabiendo que estás en un país que está en guerra. Si has recibido mis dos anteriores estarás enterado de mi enfermedad. Continúo estando en la cama con un poco de mejora, pero tengo tantas horas para pensar que me desespera pensar en que puedas volverá sufrir los efectos de la guerra. Quisiera que estuvieses en España por lo menos antes que llegue la primavera.

Yo, imposible por ahora pensar en venir, mi salud está muy débil para pensar en ningún viaje tan largo y no quisiera tampoco que tu sufrieses sin mi, lo que pueda ocurrir.

Creo que lo mejor sería que pensases en volver aquí todos deseamos tu regreso y yo inmensamente.

Muchos como tú y de más responsabilidad, están hoy gozando de la tranquilidad de sus hogares.

José M.ª, nuestra patria es España y ninguna otra y a ella debemos recogernos para gozar de la paz de nuestro querido hogar.

Deseo tenerte a mi lado para que me ayudes a pasar estas horas tan largas que me obligan a pasarlas en la cama

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa, 23 de febrero de 1940

Debido a mi enfermedad por ahora es totalmente imposible hacer ninguna gestión para venir contigo ya que no podría resistir un viaje ni un cambio total de clima.

En cambio encuentro mucho más fácil tu regreso, siendo como eres libre.

Todos los españoles han de ser depurados sea quien sea, pero hay mucha diferencia de ahora a unos 6 o 7 meses antes»

Antes me parecía ver más seguridad al país que actualmente habitas y ahora me parece que la tendrías más a nuestra patria, libre G a D por ahora, de guerra».[…]

En tu carta has equivocado mi edad y te lo recuero porque no quiero que me pongas un año de más. No cumpliré los 25 hasta en septiembre y hasta aquella fecha no los acostumbro a aumentar o juntar a los demás.

Tengo muchas ganas de abrazarte y oir al oído: “Chiquilla mía” “Niña adorada”.

Estoy esperando con ansia la fotografía tuya, para enamorarme más de ti (esto no es posible) y estar más y más orgullosa de tener un esposo que deje eclipsados a los artistas de cine de más fama como galantes.

 

De la Maria al Josep Maria 

Manresa, 29 de febrero de 1940 

José Mª esposo amado

(…) han hecho muchos informes en distintos lugares, de ti, y el resultado es satisfactorio relativo a tu persona, pero hay el cargo que tuviste que esto lo estropea todo y por él, sin pasarte nada grande, dice dicho señor que es seguro que te condenarían a algunos años de encierro.
Tu sabes mejor que yo en qué condiciones estás en este país, si te obligan o no a ir al frente.
Yo solo deseo estar a tu lado, y si no vienes tú, vendré yo, pero no ahora ni dentro dos meses, pues prefiero, si ello es posible estar bien completamente.

 

De la Maria al Josep Maria 

Manresa, 27 de Marzo de 1940

[…]

“Estoy pasando unos días muy nerviosa al pensar que se acerca el día en que podré verte. Tan pronto estoy muy contenta y todo me parece bien, como en un instante se ensombrece todo a mi alrededor y tengo miedo de volver a ser feliz. Dentro dos o tres días, pienso hacer las primeras gestiones que me dices que haga y ya te tendré al corriente de todo. Soy muy tonta, soy muy débil y quiero hacerte una pregunta que me avergüenzo antes de escribirla… ¿Habrá bombardeos? Es el único inconveniente que veo. Un día tu me pedías que te dijera los inconvenientes que viese en mi llegada junto a ti. Pues es esto. Ya sé que me llamarás egoísta y que te enfadarás conmigo. Pero esto me desespera, el pensar que podría volverlo a vivir. Y me desespera también que lo vivieses tu solo. ¡Tan bonito que sería venir hacia ti sin el espectro de la guerra! ¿Por qué no podemos ser completamente felices?

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa 5 de abril de 1940

José M.ª amado: Hoy recibo tu carta del 24 de marzo. Esperaba encontrar en ella alguna orientación de lo que tenía que hacer yo sobre el viaje y no es así. Yo esperaba esta carta para empezar las gestiones para dicho fin ya que en la tuya anterior me hablabas de unas gestiones que hacías tú, pero que no me podías decir nada aún. Siendo así, empezaré a interesarme tan pronto como pueda por los trámites a realizar y te tendré al corriente.

Como ves, te mando la fotografía de nuestro Rubén en el día de Ramos, para que puedas contemplarle y hacerte cargo que ya va siendo un hombrecito.

[…]

Dime por qué lado de la frontera prefieres que venga o que te vaya mejor para venir a esperarme.

[…]

¿Sabes qué es lo que me sabe más mal de dejar…? El piano y la máquina de coser. Lo último, sobre todo, me hará mucha falta.”

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa, 17 de abril de 1940

Inolvidable José M.ª: Habiendo hecho las gestiones necesarias para el asunto del pasaporte, me apresuro a comunicarte que me han informado oficialmente que lo primero que necesito para seguir las formalidades es una carta o documento en la cual me reclames a tu lado a mí y a los chiquitines.

Sólo me han dicho esto, sin ningún otro detalle; tu verás de la manera que se ha de hacer. He oído rumores de si en algún caso ha sido el Cónsul quien ha reclamado al individuo interesado. Lo que te pido es que te apresures a mandarme dicho documento, pues una de las cosas que me han remarcado es que se facilitan muy contados pasaportes y los que conceden son de mucho tiempo solicitados.

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa 27 de abril de 1940

[…]

Encuentro los días largos y vacíos sin tu compañía y deseo ardientemente estar a tu lado. No puedo conformarme al pensar que esta situación dure mucho más. Tu sabes que nada me falta, pero no estando tú, me falta todo y tengo ansia para que se normalice nuestra vida.

[…]

Te besa y abraza tu esposa que te ama con ardor

María

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa, 7 de mayo de 1940

José M.ª querido: He recibido tu carta del 30 de abril ayer al mediodía En ella encontré los dos documentos que tanto anhelaba recibir para gestionar con rapidez el asunto del pasaporte. Quizá mañana o el jueves vaya a Barcelona para dicho asunto.

Los documentos creo que están espléndidamente bien. Mi hermano tiene amistad con una señorita que tiene un importante cargo en el consulado francés, y tengo la esperanza que ella procurará indicarme todo lo que se necesita y además acelerar en todo lo posible la otorgación de los pasaportes. De todas maneras, no quiero hacerme demasiadas ilusiones.

Los niños naturalmente que no te conocerán como a mí, pero en el retrato te conocen y lo dos saben que muy pronto te verán.

[…]

No puedo expresarte la gratitud que siento al ver que, contrariamente a muchos, compatriotas, con todos tus actos y las cartas también demuestras lo mucho que deseas que esté a tu lado. Esto me satisface inmensamente y te considero muy superior a todos estos que escriben a sus esposas que es imposible su nueva unión.

[…]

Te mando dos libros de estudios y uno de la colección Labor. La “Sintaxis castellana” no la sé encontrar. Espero encontrarla y mandártela enseguida.

 

De la Maria al Josep Maria

Manresa, 15 de mayo de 1940

Amado José María. Ayer fuimos con mi hermana Carmen a Barcelona para los trámites del pasaporte.

Después de correr todo el día visitando unos y otros, nos dijeron que hacía pocos días que habían suspendido el permiso para despachar pasaportes. Les enseñé el documento del viceconsulado y dijeron que cuando dieran nuevamente permiso, podía ir y entonces seguiríamos los trámites. La impresión la saqué buena a pesar de todo, pero naturalmente que, si no se puede, no hay nada que hacer por ahora.

Nuestros primos en Barcelona se cuidarán de preguntar o indagar el día que nuevamente faciliten pasaportes y me avisarán por teléfono para ir yo enseguida.

Te mando la fotografía de nuestra hijita y con ella tendrás a los tres a tu lado, si no en persona en alma y en foto.

Escríbeme más a menudo, cada dos o tres días, pues las circunstancias actuales me tienen en continuo sobresalto, y la llegada de tus noticias me tranquiliza.

[…]

Te tendré al corriente de todo lo relativo al pasaporte y procuraré gestionar para que lo tramiten tan pronto como vuelvan a tener permiso.

 

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Josep Maria Álvarez Miguel (1905-1986)