Recuerdos personales

Recuerdos de mi lucha en la clandestinidad (2ª parte)

 

Continuando mi dedicación a conseguir compañeros por la lucha sindical y social, contacté con los miembros del comité sindical de Auxiliar Textil Manresana: Ramón Badia y Julián Sánchez. Los visitaba a menudo, les llevaba información y el periódico del PCE, el Mundo Obrero. Ellos en la empresa desarrollaban una labor muy importante y los trabajadores los apoyaban en todas las reivindicaciones que tenían con la empresa.

Al mismo tiempo, cuando trabajaba enyesando en Santpedor, organicé una célula local del PSUC en la localidad. Por otro lado, en el barrio del Xup, acordamos con los camaradas del partido que yo pasaría a formar parte de la Junta Parroquial para conseguir de esta forma la creación de una asociación de vecinos en el barrio.

De este modo, al cabo de un tiempo de reunirnos en casa del cura, en el bloque 14, les planteé la necesidad de que impulsáramos la asociación de vecinos y nos informamos de como teníamos que hacerlo: teníamos que presentar una instancia y unos estatutos que copiamos de una asociación que ya estaba legalizada y esa era la del barrio de Sant Pau. Sabíamos que estando el cura en la solicitud sería muy probable que la aceptase el Gobierno Civil de Barcelona. I así fue.

Presentamos la instancia y los estatutos después de celebrar una asamblea el día 19 de marzo de 1973, que era festivo y acudió una gran cantidad de vecinos, más de doscientos. Yo mismo les informé de si estaban de acuerdo en formar una asociación de vecinos y la aprobación fue por unanimidad.

Los firmantes de la solicitud éramos 16 personas, entre ellos el cura párroco, y nos convertíamos en Junta Gestora de la futura asociación. En ese momento ya realizamos una enumeración de diversas deficiencias que teníamos en el barrio:

  1. La conducción y saneamiento de los residuos del Casinet, que pasaba por una franja a cielo abierto junto a la carretera hasta la riera, era un foco de malos olores, infecciones y ratas.
  2. Las aguas residuales del barrio desembocaban en la riera a 48 metros del barrio. Durante los meses más calorosos la riera estaba seca y los residuos quedaban estancados debajo del puente. Por esta razón durante los veranos no podíamos abrir las ventanas por el mal olor, los mosquitos y las malas condiciones de salubridad.
  3. Las cubiertas de los bloques de las viviendas i de los locales comerciales eran terrazas hechas con materiales deficientes, eso hacía que la mayoría de los últimos pisos tuvieran goteras y humedades. Nosotros queríamos que se hicieran tejados adecuados por el clima de Manresa, esa era la única forma de arreglarlo para siempre.
  4. Las fachadas de las viviendas tenían gran cantidad de grietas y era necesario repararlas y protegerlas de las humedades.
  5. La mayoría de los sótanos de las viviendas estaban mal hechos y los desagües perdían los residuos, lo que provocaba malos olores y un peligro de infección y foco de ratas.
  6. El barrio no estaba urbanizado, pues parecía un desierto, sobretodo la plaza central. También faltaba alumbrado público. Por esta razón, era muy difícil caminar por la noche cuando volvíamos del trabajo por la oscuridad tan intensa y de hecho muchos vecinos se habían caído.
  7. La enseñanza se impartía en los locales comerciales, en un local que no reunía las condiciones para la enseñanza. Necesitábamos un colegio público en el barrio.
  8. El barrio no disponía de dispensario. Acceder a la sanidad pública en el barrio era una necesidad de primera orden.
  9. El barrio no disponía de Hogar del Jubilado ni de Biblioteca, servicios públicos muy necesarios en el barrio.
  10. No existía ninguna acera para desplazarse a pie del barrio hasta la ciudad de Manresa.

Por todas esas justas reivindicaciones la Junta Gestora nos pusimos a trabajar y pedimos una entrevista con el alcalde de Manresa, el Sr. Ramón Soldevila. Esta reunión se celebró en el mes de agosto, el alcalde después de exponerle todos nuestros problemas, dijo que a él solo le incumbía la cloaca del Casinet, la acera hasta Manresa y también se comprometió a construir un colegio.

En noviembre el Ayuntamiento solucionó el problema de la cloaca del Casinet, la acera tardó unos años en hacerse y el colegio enseguida se empezó a construir, pues el Ministerio de Enseñanza había destinado un presupuesto para construir tres colegios en Manresa y entonces a raíz de las reivindicaciones vecinales y de que ya disponíamos del terreno y las infraestructuras para poderlo hacer, uno se construyó en el Xup.

Así mismo, la Junta Gestora viendo que la Obra Sindical del Hogar (OSH), el organismo del estado responsable de las viviendas públicas, no nos atendía, decidimos convocar una nueva asamblea vecinal. Ésta se realizó el 27 de septiembre y en la cual los vecinos estaban muy indignados pues ya llevábamos desde el mes de abril soportando los males olores de las cloacas del barrio que desaguaban en la riera que desde dicho mes estaba seca, y acordamos por unanimidad no pagar más el alquiler hasta que la OSH arreglase todas las deficiencias que teníamos en el barrio.

En esta asamblea asistieron más de trescientas personas y a partir de ese mismo día nuestra lucha seria sin tregua hasta que consiguiéramos un barrio en condiciones.

Esta postura desbloqueó la situación y el 18 de octubre nos recibió en su despacho de la Rambla Santa Mónica de Barcelona, el director de la OSH. Le planteamos nuestras reivindicaciones y se comprometió a llevar un proyecto de reparación y adecuadamente del barrio.

Después de varias reuniones con él y sus técnicos, nos informó que el Ministerio de la Vivienda había dado su aprobación a un presupuesto de 21 millones de pesetas para la urbanización y la conducción de la cloaca a 600 metros del barrio y la reparación de las cubiertas y las fachadas, comprometiéndose a empezar dichas mejoras, el 1 de abril de 1974.

Como quiera que en esa fecha no se veía ningún movimiento de nada, el día 23 de abril nos concentramos en la Delegación del sindicato en Manresa y ocupamos la sala de actos unos 200 vecinos para protestar. Allí estuvimos hasta que el delegado del sindicato nos recibió a una comisión formada por Manuel Ramos, María Teresa Vilajeliu, Lucas Soler y yo, Joaquin Vizcaino. Eso hizo que a los pocos días de aquella acción se empezó a trabajar en todas las mejoras que la OSH se había comprometido con nosotros.

Y esto ya fue una primera victoria.

Continuará…

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