Portal de memòria
i història de Manresa

Les 140 cartes de Daniel Torra i Ferrer al seu germà Albert
(octubre 1937-març 1950)

52

10/4/1938

Daniel Torra           Loma del Requeté (Tercio de Aborzuza, Plana Mayor)

Albert Torra           Gijón             (Reb. 15-4-38 / Cont. 18-4-38)

Queridísimo hermano:

Acabo de recibir ¡por fin! tu carta fecha 3.4. contestación a las mías 22.26.3 Desde luego que mi espíritu continuará como el reflejado en estas dos cartas, y más ahora que mi situación ha mejorado notablemente. No cabe duda que en cuanto lo pueda conseguir, mi amigo irá a anti-carros, y quizá es porque está en esta creencia el porqué ahora se muestra tan satisfecho. Mi situación en Ávila y aquí es completamente distinta, no obstante no solo me he aclimatado que podríamos decir sino que me encuentro muy a gusto. Tengo unos amigos que son unas bellísimas personas todos ellos, y como te dije, no hay otro catalán. Creo que no comprendiste en su verdadero, el significado de la frase a que te refieres, de mi última carta. No es que no seas capaz. No. Precisamente porque te creo capaz de hacerlo, me veo obligado a decirte que no debes. Y creo que es bien fácil de comprender. Eres el mayor y es preciso que tu vuelvas. Yo, puedo volver o quedarme. Dios dirá, pero tú debes procurar volver. Eres, podríamos llamar, más necesario. Y yo puedo ofrecer por los dos. No he recibido todavía ninguna noticia acerca de aquello, pero es muy probable que escriba al Capitán Martínez. Me parece que te dije que tenía anuncio de carta desde Perpignan. Pues bien. No la he recibido todavía, en seguida que la tenga te lo comunicaré, pero me parece, y casi te aseguraría, que no podré mandar la copia porque no firmará la carta precisamente “Maria”.

No hay apenas movimiento en esta posición, pero acabo de suspender la carta por un momento porque una balita se le ha antojado pasar muy cerca de mi “piedra-escritorio”. No creas que esté tan falto de noticias como dices en tu carta. Los primeros 2 o 3 días quizá sí. Pero ahora, leo cada día por la tarde los periódicos que suben a la posición. Estoy más que encantado aunque un tanto intranquilo por las disposiciones bárbaras de los dirigentes rojos para preparar la resistencia. José y papá mismo no sé hasta qué punto podrán huir de la guerra. Creo, desde luego, que el día que Dios quiera que sea próximo que Manresa esté liberada y libre de la horda, podré conseguir permiso para ir a casa y poder abrazar a todos nuestros seres queridos, sin olvidar a nadie, eh?

Con un fuerte abrazo tuyo

Daniel