6/2/1938
Daniel Torra Ávila
Albert Torra Gijón (Reb. 10-2-38 / Cont. 10-2-38)
Querido Alberto:
Hoy, tan sólo el parte oficial de ayer y de hoy mismo valdría la pena no de escribir una, sino infinidad de cartas. No precisamente para comentario, que no necesita comentario alguno, sino tan solo por festejarlo, por homenajearlo, pudiéramos decir. La guerra parece que vuelve a encontrarse en su punto álgido; rememoran estas batallas de estos dos días últimos, las heroicas jornadas de las operaciones del Norte, libertadoras de Bilbao, Santander (paraíso perdido) y culminando en Gijón, su epopeya. ¿Cuál será el final de esta batalla? ¿Qué trascendencia inmediata podrá tener? Difícil, creo, que es predecirlo. Por de pronto los hechos en sí, son sobradamente halagadores para sentirse plenamente satisfecho. Yo así me encuentro, y esta noche cuando he oído el parte oficial, un júbilo inmenso me ha invadido. Creo en un final próximo; creo en la victoria rotunda de las armas de España, y espero poder estar con nuestras familias, quien sabe, si antes, bastante antes de lo últimamente supuesto. Dan la 1 del día 7. Creo que también hoy el parte Oficial nos obsequiará, con un tratado de conquista. Como ayer te decía, se rumorea mucho por aquí lo que puede suceder en la Villa del Oso. Yo no quiero hacer el ídem y me abstengo todo comentario. Pero… vamos a dejarlo. Hoy por hoy, tan sólo podemos sentirnos alegres, con una alegría que rebose el alma. Pienso en la satisfacción de nuestras casas al oír el parte, sobre todo de tío Valentín. Las suposiciones, vibrantes de optimismo constante, se verán confirmadas con estas dos brillantes jornadas. El Sr. Jiménez, quien sabe si teme o si goza. Enigma constante. Nada más. Contesta todas cuantas puedas, las cartas que con la maxima frecuencia procuraré mandarte. Tuyo con un ferviente ¡Viva España!
Daniel.
¿Algo de casa? Por Dios, Por España y Su Revolución Nacional-Sindicalista.