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i història de Manresa

Les 140 cartes de Daniel Torra i Ferrer al seu germà Albert
(octubre 1937-març 1950)

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2/3/1942

Daniel Torra           Rusia

Albert Torra           Manresa

Querido hermano:

Tengo dos cartas tuyas sin contestar. Las dos recibidas últimamente. Ayer, incluso la del 28.1. ¡Novísimas! En la primera recibí tu retrato de boda que sinceramente te agradezco. Influye acerca de la familia para que tomando tu ejemplo me manden también ellos unas fotografías. Yo no puedo. En caso contrario no tendría ningún inconveniente en mandarlas; y naturalmente a la primera ocasión —¿cuándo?— posaré de vedette para vosotros.

Tu última carta, que te agradezco infinitamente, me trae buenísimas noticias. Y novedades. La aparición —también irregular?— de “Manresa”. La idea de la subscripción es buenísima y os lo agradezco. Además extiéndete un poco en tu próxima sobre la organización de nuestra nueva sección editorial, a la que deseo los más halagüeños éxitos. Qué directriz seguiréis, qué género será el preferente; con qué material contáis; qué tenéis en cartera; si ha sufrido variaciones la capacidad del taller en cuanto a producción. Y sobre todo no os olvidéis de mandarme un ejemplar de cada una de vuestras publicaciones. Es ya la tercera impresión que recibo, invitándome e incitándome a escribir. En realidad no sé si atreverme. Lo deseo. Pero…, pero!

O lo que se produzca ha de ser netamente bueno y a la vez interesante, o a mi entender no vale la pena. Y además el fracaso es lo más terrible. Y voy dejándolo para después, para con calma poder pulir, aun sin menguar la espontaneidad y la sencillez. ¿Motivos? ¿Temas? Quizá bastantes. ¿Tiempo? Tú sabes bien que en la guerra hay siempre tiempo para todo cuanto más cerca de los tiros se está. Pero ya en los P. M. y sus servicios es un poco más complicado. De todas maneras yo tengo tiempo.

He escrito a Andrea alguna carta que no es más que media crónica en realidad. Y quizá pueda hacer eso más a menudo. Por mi propio interés —decididamente después de esto pienso dedicar bastante tiempo a escribir—, porque con suerte puede ser una magnífica salida, procuraré surtiros de lo que me pides. Estoy accidentalmente encargado de los servicios de aprovisionamiento del batallón, por enfermedad del titular, y me pego unos viajes de 40 km en trineo de paseo que son una delicia. A las 6 de la mañana, enfundados en unos inmensos abrigos de piel, carretera adelante dejando las primeras huellas sobre la última nevada y sintiendo el azote algunas veces demasiado violento del aire que fuertemente se convierte en cegadora ventisca. Pero el trote seguido del caballo y el deslizarse sin ruido adelante, adelante, transporta a un tiempo pacífico y parece que se encarna un poco del alma de algún potentado zarista. A Carmen mis saludos y a ti el mejor abrazo de tu hermano

Daniel