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Les 140 cartes de Daniel Torra i Ferrer al seu germà Albert
(octubre 1937-març 1950)

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7/8/1943

Daniel Torra           Tarragona

Albert Torra            Manresa

Querido hermano:

José me trajo tu carta y el libro de Lajos Zilahy que os agradezco. Cuando me escribías todavía no estaba resuelto el concurso de lo de Buenos Aires. Pero en el diario oficial del día 1 de este mes concedieron la plaza a un teniente de Caballería. Esta vez contra tus pronósticos mis deseos han salido rana. Pero ya habrán otras cosas que sean también apetecibles.

Me pides mi opinión en los montes de Sicilia. Ahora todavía más ha cambiado la cosa. Está visto que los latinos con los italianos a la cabeza somos unos cerdos. Lo fueron los rojos en España, los franceses en su tierra y lo siguen siendo, y los italianos con su rey a la cabeza intentan poner de su parte lo posible para vivir por las buenas, y a costa de los demás. Aunque momentáneamente la guerra continúa, si Italia es bombardeada eficazmente no les costará a los aliados dar definitivamente al traste con la deficiente moral de guerra italiana. Y es lamentable que después de un período de labor tan profunda en la economía interior y en el plano internacional, Mussolini vea sus esfuerzos convertidos en ceniza. Realmente nunca como ahora puede compararse al Duce como a Gulliver en el país de Liliput, empezando por Víctor Emmanuele y a Badoglio.

Siempre he creído que no hay más que una postura posible en la lucha de los sistemas de gobierno. Si cuando se manda se facilita al enemigo su misión, más pronto o más tarde este enemigo terminará con nosotros. Por eso es preciso tener presente a cada instante al sabio Maquiavelo y recordar sus enseñanzas de “El Príncipe”. Lo demás es conversación. No hay más que una solución posible. Eliminar todo medio posible de reacción, de resurrección. Por violento que sea el sistema. Deberíamos nosotros, los españoles, aprender esta lección de Italia y darnos cuenta que gracias a Mussolini subsiste todavía la monarquía de los Saboyas en Italia. Y este Víctor Manuel, traidor una vez ante el mundo en la pasada guerra, lo es ahora ante sí mismo, al desprenderse de Mussolini sin darse cuenta que es prescindir de su propio reinado. De todas maneras no podía suceder de otra manera. Las monarquías del mundo, sobre todo las que están en “activo”, se han ido reduciendo en los últimos tiempos, de tal forma que no hay dos familias que no estén mezcladas cuarenta y siete veces. Y así no es posible hacer la guerra. Las necesidades de los pueblos están por encima de las necesidades de estas familias. Por otra parte la injerencia de Pío XII en las cuestiones italianas y en su política exterior es de lo más desagradable. Opino con sinceridad que este buen señor ha equivocado la carrera. En cuanto a la guerra en sí yo he creído siempre que donde se gana y se pierde algo y donde al fin y al cabo se decidirá la cosa es en Rusia. Y por ahora a pesar de todo, marcha la cosa bastante bien. Cuando de aquel frente se pueda disponer de algunas fuerzas, la acción aliada en Europa habrá terminado y la Metrópoli británica verá multiplicados en su tierra los ataques aéreos que prodiga en Hamburg, Colonia, Essen, etc. Y ya está bien de política y guerra internacional.

Necesito que me mandéis por recadero y cuanto antes aquella maleta tan enorme de madera blanca (sin pintar) que hay en casa. Tengo que ir preparando lo de los cursos intensivos que no sé donde serán ni si me tocará ir. Pero por si acaso quiero tenerlo a punto. Han salido unas vacantes en la Base de Automovilismo de Barcelona, en parque y talleres que he solicitado y quizá me toque alguna aunque no tengo muchas esperanzas después del experimento de Argentina.

En fin. Ya te iré contando cosas. Virginio Gayda murió quemado, Dino Alfieri fue asesinado. Procedimientos puramente primitivos y mediterráneos. Un abrazo de tu hermano

Daniel