23/11/1938
Daniel Torra Front
Albert Torra Front (Reb. 28-11-38 / Cont. 29-11-38)
Queridísimo hermano:
Ayer, cuando tenía un poco de fiebre, hoy desde luego estoy perfectamente, recibí tu carta —esperada y bien recibida siempre, y esta noche, después de haber trabajado como todas, bastante, quiero contestarte deleitándome en ello. Te agradezco te alegres de que yo continúe bien. Yo espero que tú lo estés también, y te suplico seas pródigo en noticias pues tengo entendido que tu División es de las que siempre “chutan”.
Lo que no puedo admitir es que esta vez me trates de hombre de suerte. Mi “ascenso” como lo llamas tú ni es tal, ni es, ni mucho menos, envidiable. No desees nunca en tanto seas alférez, tener más mando que el apacible de una sección. En nuestra situación el mando superior es un verdadero pero por distintas razones irrefutables. Quizá la mayor sea que nosotros “usurpamos” como llamo yo las obligaciones de un capitán. Y tú sabes que por mucha buena voluntad e interés que se ponga, y por aprovechado que se haya sido en los cursillos, un Alférez Provisional no puede ser lo que es un capitán y por tanto el desempeño de este empleo es verdaderamente “de cuidado”. Además te exigen como a un capitán y eres un alférez y cuando tienes que disponer algo en la Cia te encuentras que tratas con alféreces compañeros tuyos y ponerse en “plan superior” en estas circunstancias es enojoso. Además, ¡la documentación de una Cia es lo más temible, Alberto! Has de saber que ayer cobré ¡18.000! pts. para atenciones de la Cia durante el mes de noviembre de las que a final de este mes tendré que dar cuenta en Distribución y ¡ay, que no salgan 0,10 pts.! noches y días en su busca. Responsabilidad (demasiada para un alférez de 18 años) y cargos de? demasiado pero para soportarlos agradablemente y por las buenas. No todo tienen que ser lamentaciones. También es cierto que en mi situación los superiores jefes pueden hacerse más cargo del valer de cada uno precisamente porque reconocen las circunstancias que concurren contra uno para el fácil desarrollo de la misión encargada. Sabía ya, y me felicité de ello, que habías sacado en tu promoción el número 9, y me habías dicho los “rumores” que circulaban de que Selga estaba destinado de monitor en San Roque, aunque no me lo habías ratificado.
Leo que “continuabas encantado con Sofía”. Y añades con demasiada picardía “En fin, nada de particular”. Sí, hombre: de particular hay que estás tonto por una niña que tiene novio (por cierto alférez provisional y abogado efectivo) y que no serás capaz de dar la cara. Por no sé qué asociación de ideas al leer esto me acuerdo de una tal Carmen Puigdellívol y de unos ciertos paseos hacia el Sanatorio de la Culla volviendo por la plazoleta de San Bartolomé y Barrio Escodines, no sé porque. Sería, supongo yo, por puro tipismo. ¿No?
Si en las cartas que recibas de Granada hay algo interesante para mí, espero que enseguida me lo comunicarás. Me entero de tu comunicación con Gual. Yo por mi cuenta le he escrito también. Quiero ingresar definitiva y directamente en F.E.T. Quizá luego sería tarde.
Te alegras de mis cambios ¿porqué? Si no mienten mis cálculos, ni mis confidencias, me parece que la cabeza de puente de Serós será bien pronto teatro de otra gran y bien definitiva victoria. Y yo estoy bien cerca. Pero Dios querrá lo que sea. En cuanto a lo de teniente, sin ser tan pronto quizá, con en mi última te decía, no puede ser desde luego muy lejano. Y no veo por qué tú no lo puedes ser antes de un año.
Quizá por Navidad vaya con permiso y si tú no vas procuraré verte y aun puede ser que vayamos juntos porque se retrase mi permiso. Yo creo que te lo decía en mi anterior: “tengo” (lo prometí) que ir a pasarlo en casa de Sofía Cazenave, perdón en casa de Dña. Rosario Acosta. ¿qué envidia!, ¿eh?
Te pongo al final la dirección de Ernestina, aunque prefieras, y no se lo diré, a Sofía. ¿Te dije que Ernestina me hacía un jersey? No vayas a pedirle tú otro y me fastidies el mío.
Yo creía que la Sheaffer’s existía pero lo que me interesa no es precisamente una Sheaffer’s ni una Parker ni una Swan ni una Aurora, sino una pluma estilográfica y más ahora estando de capitán. Desde luego preocupándote puedes mandar un paquete certificado, porque lo mandas de un frente a otro y no de un frente a retaguardia, que es lo que está prohibido. La espero, y lo más pronto posible, siempre como te decía en mi anterior que no la quieras para tu uso particular.
Cuando estoy en este punto de la carta son las doce de la noche (no las cuatro como en la tuya) y ya he terminado de contestarte esa y no tengo que decirte nada más de importancia.
He escrito al Dr. Sirvent y he recibido carta de Antonio Serch que me dice que por allí (Manresa) —según una carta de su familia— excepto la “teca”— sigue todo muy bien. Por la Pobla de Masaluca por mi avanzadilla se pasó un muchacho andaluz que dijo que hacía 25 días que había estado en Manresa y que no se ¿? allí la guerra, solo la comida.
¿Pronto estaremos allí con las banderas y tambores de España! Escribe enseguida. Largo y tendido (no se pone así?).
El más fuerte abrazo de tu hermano
Daniel
Me das una dirección de Sevilla pero me dices que no sabes donde está Sor Aurora. ¿Qué pasa?