Los maestros de la República en Manresa.
Trayectorias, pedagogías y depuraciones

MENÉNDEZ-ARANGO TARRIDA, Pere

  • NOMBRE: MENÉNDEZ-ARANGO TARRIDA, Pere
  • LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO: Barcelona, 1893
  • LUGAR Y FECHA DE FALLECIMIENTO: Manresa, 1967
  • AÑO DE OPOSICIONES: 1916
  • DESTINOS ANTERIORES A MANRESA: Torregrossa, Juncosa, Castellterçol
  • FECHA DE TOMA DE POSESIÓN Y EJERCICIO EN MANRESA: 1934
  • ESCUELA DONDE TRABAJABA DURANTE LA REPÚBLICA: Grup Francesc Macià
  • RESEÑA BIOGRÁFICA:

    Hijo de una familia acomodada y muy religiosa, estudió el bachillerato en los jesuitas con excelentes notas y acto seguido la carrera de maestro. A los 14 años se inscribió en el Requeté de Barcelona y en la Agrupación Escolar Tradicionalista. Se presentó a las primeras oposiciones, las aprobó y fue destinado a Torregrossa. En 1918 ocupó la plaza de maestro en Juncosa de les Garrigues. Allí se inscribió en el Centro Jaimista, fue socio fundador y primer Secretario de la Junta Directiva del Sindicato Agrícola Católico de San Isidro de la población y también perteneció a la Unión Patriótica. Posteriormente, en 1927, se trasladó a Castellterçol donde se significó por su actitud en favor de los campesinos “rabassaires”, que aspiraban a desembarazarse de los caciques locales y a mejorar las condiciones de los contratos de cultivo con los propietarios de la tierra. A partir de 1931, fue presidente de Esquerra Republicana de Catalunya en la población y formó parte del Ayuntamiento como concejal. El 6 de octubre de 1934 se adhirió a la proclamación del Estado Catalán por parte de Lluís Companys, lo que le costó seis meses de prisión poco después.

    A finales de 1934 se trasladó a Manresa con la intención de que sus hijos tuvieran un instituto donde poder estudiar el bachillerato y, posiblemente, porque se había ganado la animadversión de diversos propietarios rurales de Castellterçol.

    A mediados de 1937 fue elegido presidente comarcal de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) con el apoyo de maestros de izquierdas y también de derechas que entendían que él era una persona progresista, pero no marxista; actuó, también, como Habilitado de los maestros públicos del Bages. Como presidente de la FETE comarcal tuvo una función moderadora, impidió que se depurara algunos maestros manresanos por cuestiones ideológicas y en los procesos de depuración posteriores varios maestros mencionan que, pese a su ideología izquierdista, siempre se manifestó respetuoso con las personas que no compartían sus ideas.

    El levantamiento militar del 18 de julio de 1936 le sorprendió de vacaciones en Juncosa, donde defendió del ataque de un grupo descontrolado a una monja que llevaba escondidos unos objetos religiosos; también colaboró en la salvación del patrimonio artístico de la Cova de Manresa. A pesar de su fidelidad republicana, procuró defender a personas que eran perseguidas por sus ideas religiosas; consiguió el carnet sindical para que algunas monjas exclaustradas pudieran dedicarse a la enseñanza como maestras interinas y durante unos meses tuvo escondidas en su domicilio varias monjas del convento del Buen Pastor de Barcelona, entre ellas a su hermana María Teresa.

    El 21 de enero de 1939 envió a sus tres hijos a Barcelona con un grupo de estudiantes que iban a continuar los estudios en el instituto; el grupo se deshizo y, al día siguiente, Pere Menéndez-Arango se reunió con sus hijos y todos juntos emprendieron el camino del exilio hacia Francia, pero las muchas dificultades de transporte, de alimentación y los continuos bombardeos hicieron que padre e hijos se separaran y los tres hermanos entraran en Francia a finales de enero, y Pere Menéndez-Arango unos días después. Los tres chicos se instalaron en una colonia, en Essoyes, un municipio del departamento de Aube, donde estuvieron cuatro meses hasta que volvieron a Manresa clandestinamente, mientras Pere Menéndez-Arango fue internado momentáneamente en un campo de concentración, pero se escapó y entró en España por Irún. Las autoridades franquistas lo consideraron prisionero de guerra y lo internaron en el campo de concentración de Santa María de Oya (Pontevedra) hasta el 24 de mayo de 1939, año en que fue puesto en libertad.

    Por miedo a ser denunciado por sus adversarios políticos de Castellterçol, que ya habían conseguido el fusilamiento de alguno de sus antiguos compañeros políticos, se presentó el día 12 de junio de 1939 ante el Alcalde y Jefe Local de Falange Española Tradicionalista y de las JONS de Juncosa, que le recordaba su tiempo de maestro en el pueblo y le firmó los papeles. Al no solicitar la depuración, el Ministerio de Educación Nacional lo declaró separado definitivamente del servicio y le dio de baja en el escalafón el 9 de diciembre de 1940. Mientras tanto, él empezó una vida errática: estuvo unos pocos días en su casa, luego en un piso de unos amigos, en una cabaña en un campo de Arbeca, en una masía de Aguilar de Segarra, donde hacía de maestro particular; también estuvo en Ferreries, en la isla de Menorca y, finalmente, fue a parar como profesor en el colegio Virtèlia de Barcelona hasta que se atrevió a pedir la depuración en 1948.

    A pesar de que el tribunal de depuración consideró que tenía una ideología de izquierdas, en atención a que no tenía ninguna condena de Tribunales militares ni el de Responsabilidades Políticas, y sobre todo por haber usado su cargo para ayudar a religiosos y personas de derechas, junto al hecho de que no se le hizo ninguna acusación de tipo religioso, le permitió la rehabilitación, imponiéndole una sanción de postergación por cinco años, traslado fuera de la provincia de Barcelona, con prohibición de solicitar vacantes durante tres años e inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos y de confianza. Después de cumplir el tiempo de exilio forzoso en Sant Guim de Freixanet (La Segarra), obtuvo una plaza de maestro en la escuela pública de Sant Fruitós de Bages, donde trabajó hasta su jubilación.