Los maestros de la República en Manresa.
Trayectorias, pedagogías y depuraciones

La acción de la comisión de cultura y el consejo local de primera enseñanza

La principal prioridad del Ayuntamiento republicano de Manresa fue, sin duda, mejorar la calidad de la enseñanza pública y, sobre todo, conseguir la escolarización de todos los niños que había en Manresa en edad escolar, de acuerdo con la política que seguían, en Cataluña y España, los respectivos gobiernos de izquierdas. En este sentido, se consideraba que la lucha contra el analfabetismo, la enseñanza en catalán para conseguir la normalización cultural y lingüística del país, la innovación pedagógica y la coeducación eran también algunos de los principales objetivos a alcanzar para avanzar hacia la cohesión social y el progreso nacional.

La finalidad de mejorar la situación de la enseñanza en Manresa en 1931, recayó sobre la Comisión de Cultura del Ayuntamiento, la cual estaba presidida por Isidre Costa i Perramon e integrada por Antoni Esteve i Subirana, Tomás Ramón i Amat, Ramón Sanz i Ibars, Josep Vives i Coll y Aniceto León Garre. Una vez analizada la cuestión, esta comisión llegó a las siguientes conclusiones:

  • Había que crear escuelas en aquellos barrios de Manresa que no gozaban de ningún tipo de servicio de enseñanza.
  • Ante las graves carencias de algunos edificios destinados a la enseñanza primaria, era necesario mejorar con urgencia la infraestructura de las escuelas existentes y habilitar nuevos locales donde trasladar a los alumnos mientras duraran las obras de reforma. Este fue el caso de las escuelas situadas dentro del viejo edificio del Colegio de San Ignacio, que había sido calificado por parte de la inspección estatal de enseñanza como “local de mucha capacidad pero muy deteriorado y de escasas condiciones pedagógicas”.
  • Era imprescindible actualizar el viejo e insuficiente material escolar y hacerlo llegar a todas las escuelas. Para financiarlo, el Ayuntamiento destinó anualmente 25.000 pesetas, en vez de las escasísimas 2.000 pesetas presupuestadas por este concepto antes de la proclamación de la República.
  • Para satisfacer la demanda educativa de la ciudad se tenía que construir una nueva gran escuela, de acuerdo con las necesidades de la pedagogía moderna: sería el futuro Grup Escolar Renaixença.

El Ayuntamiento, decidido a sacar adelante estos proyectos, destinó un presupuesto de 900.000 pesetas en el ámbito de la enseñanza de un empréstito municipal que aprobó en septiembre de 1931. Esta cantidad representaba una tercera parte del importe total que este empréstito asignaba a obras de nueva ejecución en Manresa, lo que demuestra la gran importancia que las autoridades municipales daban a los temas educativos. Además, se duplicó el presupuesto municipal destinado a conceptos relacionados con la enseñanza, tales como subvenciones o gastos de mantenimiento. Sin embargo, también se reconocía que aún habría que hacer más inversiones para resolver totalmente los problemas escolares de la ciudad.

El Ayuntamiento republicano de Manresa realizó una gran inversión en la mejora de las escuelas y del equipamiento escolar.

También se renovó el Consejo Local de Primera Enseñanza, el cual se constituyó en 1931 con las siguientes personas: Josep Arola, representante de los padres como presidente, Josep Albagés, representante de los maestros nacionales como secretario, Emília Soler, representante de los maestros nacionales, Joan Puig i Ball, médico inspector municipal de Sanidad, y Salvador Reguant, representante del Ayuntamiento.

Este Consejo trataba temas de sustituciones dentro de la escuela pública, controlaba denuncias sobre la utilización de libros de texto que fueran en contra del nuevo régimen republicano, establecía la distribución de los horarios y el calendario escolar de las escuelas públicas de la ciudad, recogía las demandas de las escuelas y organizó la enseñanza de adultos a partir de diciembre de 1932 para extender la alfabetización a toda la sociedad. Las clases de adultos se hacían en el colegio de San Ignacio y en el Instituto de Segunda Enseñanza y estaban a cargo de los maestros Pau Guiu, Ramon Santacana, Aparici Jané, Josep Albagés y Josep Vallalta. En las escuelas de la Ctra. de Santpedor, de Viladordis y de las Farreres también se daban clases para adultos a cargo de los maestros Emília Soler, Ramon Batlle y Juli Duran; a estas clases se apuntaron 210 chicos y 128 chicas en la primera tanda.

El Consejo numeró las escuelas de la ciudad de la siguiente manera el 12 de julio de 1934:

Niños

Niñas

n.º 1 Sant Ignasi (sr. Guiu)

n.º 2 Grup Macià (sr. Pons)

n.º 3 Grup Macià (sr. Muñoz)

n.º 4 Grup Macià (sr. Vallalta)

n.º 5 Grup Bonavista (sr. Jané)

n.º 6 Grup Bonavista (sr. Santacana)

n.º 7 Grup Bonavista (sr. Ricart)

n.º 1 Grup Bonavista

n.º 2 Parc de la Seu

n.º 3 Sant Ignasi

n.º 4 Párvulos St. Domènec

n.º 5 Pàrvuls Bonavista

El 3 de abril de 1935 se produjo una renovación en los cargos, debido a la muerte de Josep Arola en diciembre de 1933, y el traslado a Barcelona del maestro Josep Albagés, en marzo de 1934. El presidente pasó a ser el médico Joan Puig i Ball, el vicepresidente Josep Besora, representante de los padres, el secretario el maestro Aparici Jané, la vicesecretaria la maestra Rosa Delhom y los vocales Luis Menéndez Maseras, alcalde-gestor de la ciudad nombrado a raíz de los Hechos del Seis de Octubre, y Maria Gramunt, representante de los padres. Una vez iniciada la Guerra Civil se produjo otro cambio en el consejo, por el que la representación se hizo teniendo en cuenta la presencia paritaria de las centrales sindicales. En el consejo que se formó el 6 de diciembre de 1936 el presidente fue Carles Costa i Cadevall, concejal de Cultura, el secretario Lluís Mas Pons, y además estaba el médico Juan Puig i Ball, los maestros representantes de la CNT Emili Boix y Joan Roviró, y las maestras representantes de UGT Rosa Delhom y Teresa Martí. El Consejo, sin embargo, dejó de funcionar a mediados de 1937 posiblemente porque sus funciones quedaron absorbidas por la delegación comarcal del CENU.